Antes de todo que es el derecho:
los medios por los que la vida social se convierte en organización.
En los tiempos modernos se establecieron:
Derecho Público: regula las relaciones entre el Estado o los organismos públicos y los particulares cuando los primeros actúan en posición de supremacía.
Derecho Privado: regula las relaciones interindividuales tanto de particulares como de entidades privadas, dejando a iniciativa personal también la aplicación de las normas individuales. Aquí, los particulares se mueven en pie de igualdad.
Por lo general, las normas de derecho privado suelen ser las normas de carácter normativo o dispositivo, mientras que las que son obligatorias pertenecen al derecho público.
Una bipartición que no existía en la antigua ley romana (madre de todos los derechos), en la que el derecho era solo privado (o sea entre particulares), pero que ha tomado cada vez más fuerza y dominio con el establecimiento del poder del Estado
Y aquí está la fábula con su moraleja.
El genio de Gayo Julio Fedro, nos revela la hipocresía del derecho público, es decir la ley impuesta por el poder del más fuerte, en este caso el lobo-estado.
Un lobo y un cordero, impulsados por la sed, habían venido al mismo arroyo.
El lobo estaba más arriba y, un poco más lejos, en la parte inferior, el cordero.
(Superior stábat lupus….)
Entonces el malvado, a por la garganta insaciable, buscó una causa de pelea.
¿Por qué me has hecho turbia el agua que estoy bebiendo?
Y el cordero, temblando:
» ¿Cómo puedo hacer lo de que te quejas, o lobo? ¡El agua fluye de ti a mis tragos!»
Eso, rechazado por la fuerza de la verdad:
» ¡Hace seis meses -dijo- Hablaste mal de mí!»
Respondió el cordero:
«¡Pero en realidad… todavía no había nacido!»
«¡Para Hércules! Tu Padre -dijo el lobo- habló mal de mí!»
Así que, agárrandolo, lo mata y le da una muerte injusta.
Este cuento está escrito para aquellos hombres que oprimen a los inocentes con falsos pretextos.
Deja un comentario