Si la noticia no había sido difundida por las agencias de noticias AGI y otras, luego recuperada por el “Corriere della Sera”, el periódico más acreditado de Italia, habría pensado que era una broma al final del verano, ideada por algunos blogueros.
O uno de los bulos habituales que se comparten en las redes sociales.
En cambio, todo es verdad.
A partir de hoy, el chocolate sí es “blanco” puede ser racista y debe ser prohibido en los anuncios. Esto también sucede en Alemania.
Víctima de la lucha contra el racismo, en esta ocasión, fue la conocida empresa Ferrero, terminada en el punto de mira de la crítica debido a la publicidad de los chocolates “Ferrero Küsschen Weiss”.
Eslóganes como “Alemania elige blanco” y “Sí, el blanco puede” (“Yes, Weiss Can” remedando al “Yes We Can” de Obama) desataron una ola de protestas en Twitter y Facebook -comparándolos a propaganda neonazi- obligando a Ferrero a hacer una marcha atrás precipitada y retirar el anuncio, diseñado por la agencia de publicidad M & C Saatchi.
Los ejecutivos de la empresa han retirado el video de la publicidad y con un correo electrónico al diario alemán “Der Spiegel” han señalado que cualquier referencia al color blanco se relaciona solamente con el chocolate.
Después de la demencia germánica que ha prohibido la publicidad del chocolate blanco Ferrero, estamos en espera de obligar a los coros para cantar “White Christmas” en “Brown Navidad”
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